jueves, 26 de enero de 2012

Too Fast, Too Furious, too el miedo en el cuerpo.

"Precaución, amigo conductor, la senda es peligroooosa...". Así reza la canción que todos hemos cantado en algún momento, bien yendo en el asiento de atrás de un turismo, o bien desde las butacas del autobús en alguna excursión con el colegio para romperle las bolas al Otto (el de los Simplsons) de turno.

Ahora soy yo el que se está preparando para sacar el carnet. Sí, bien por mí. Nunca es tarde si la dicha es buena. De momento estoy con tests y manuales, respondiendo preguntas sobre la tara máxima autorizada, que si el alcohol produce somnolencia, o que las drogas te crean ilusiones ópticas. Y he de reconocer que el mensaje poco a poco va calando en mi cerebro. Lo celebro.

Y va calando más que muchas de las campañas que hace la DGT -al menos en España-. Generalmente tienden a meter miedo en el receptor, abriendo así el debate de si la publicidad así es efectiva o debe buscar formas de empatizar más con el destinatario, exprimiendo más la creatividad y buscando nuevas formas.

Como siempre, voy a intentar ejemplificarlo.

Aquí va el primero.



¿Qué ganas metiendo ese mal cuerpo en la gente para que luego el tipo se levante al más puro estilo milagro bíblico? Es como querer dejar con cara de bobo a los receptores. A mí lo que me apetece es reventarle las piernas para pueda seguir amagando, pero en el Campeonato Paralímpico de Rugby.

Y ya que hablamos de reventar...



Sinceramente, nunca me he tirado desde 20 metros de altura a plomo, ni me han golpeado con un mazo tamaño furgoneta, ni he sufrido ningún golpe de dimensiones ni siquiera similares a las que aquí plantean. Así que no me hago idea. Es como cuando te dicen lo que gana un futbolista, que sabes que es mucha pasta pero no te haces una imagen. Pues aquí es lo mismo. Sí, mucho daño...

El próximo ejemplo ya me gusta más. Aunque sólo sea por mi edad soy target de estas campañas, y en este caso sí que veo cosas que me son conocidas por haberlas vivido tanto yo como personas de mi entorno.



Y bueno, para acabar un spot de Quilmes (como no), en el que de forma distinta y original cuentan lo mismo que acabáis de ver, pero contando una historia. Una historia de 30 segundos. Los que hayáis leído frecuentemente este blog sabréis que para mí ese es el secreto de la mejor publicidad. Y no hacen falta grandes producciones para llevarlo a cabo.



En fin, que ya os daré una vuelta cuando queráis.

lunes, 2 de enero de 2012

¿Qué fue de...?

Ya hemos empezado un nuevo año, el tiempo avanza sin cesar. Bueno, mientras los mayas nos dejen.

Fue esta fugacidad de los años la que me hizo pensar qué será de mí, y de muchos de vosotros que leéis este blog, dentro de un tiempo. ¿Habrás triunfado como cirujano? ¿Te casarás con ese tía que tanto te gustaba? ¿Lo dejaste todo para ir a recoger setas a la India? Para eso seguro que te faltaron huevos.

En el caso de los futbolistas, al poco tiempo de su retirada, es muy habitual la pregunta "¿qué fue de...?". Bien, pues con esta entrada de blog espero dar respuesta a esa pregunta sobre varios personajes que no hace mucho tiempo nos deleitaban con su magia con el balón, y que ahora se dedican a cosas más mundanas.

Ha habido alguno que siempre consideró que tenía tablas de actor, y que con una cámara delante no puedo evitar hacer un intento por recordar desmayos tan entrañables como los de Audrey Hepburn.



Hubo otros que se vieron fuertes con el tema de ser modelos e inspirar a los demás. De estos no se sabe mucho, pero su presencia se hacer ver frecuentemente.



Otros nos hicieron tan felices en algún momento de nuestra vida que se dedican a dar órdenes o consejos a los demás (en función de lo que se necesite en cada momento), y por venir de tan respetadas autoridades, todo el mundo acata sin dudas ni enfados sus directrices.



Finalmente, me gustaría destacar a esos que, conocedores de la situación actual y guiados por un espíritu emprendedor, han sacado sus proyectos personales adelante. Esa gente que se levanta cada mañana a trabajar sabiendo de que el futuro de sus familias depende de que esa idea por la que han apostado todo tenga frutos. Un fuerte aplauso para ellos.







Quiero terminar esta primera entrada de año aconsejando a los numerosos deportistas que siguen este blog, que tengan siempre un plan B. A poder ser, mejor que el de Carlos Jean.